Dicen que la ociosidad es la madre de todos los vicios, a eso súmale
el poder de las redes sociales y las enfermedades obsesas con las que
muchos sobrevivimos. No, no decimos que esté bien, eso de andar acosando
a la gente no sólo es de mal gusto sino que podría ser el causante de
que a más de uno le envíen una orden judicial que lo obligue a
mantenerse a más de 5km de distancia del/la susodicho/a en cuestión.
Veámosle el lado cómico a la situación, una en la que absolutamente todos hemos estado, no te hagas.
No googlerás su nombre en vano
Haz lo que todos los reclutadores actuales: escribe sus nombres y
apellidos y entérate de qué tan popular es. Recuerda que en la
actualidad no importa qué tan alto sea su IQ, qué tan simpática/o,
amable o emprendedor/a; no, lo de hoy es ser popular en la realidad
virtual. Si no aparece ningún resultado convincente, olvídalo, no está a
tu altura. O, mmh, busca mejor, seguro algo estás haciendo mal. Cu-cu.
Investigarás su Twitter, Facebook, Instagram... antes que cualquier otra cosa
Ya te lo presentaron. ¡Qué mejor forma de saber todo sobre su vida
–sin tener que preguntárselo– que espiándolo de la manera socialmente
permitida! Acaba con aquello de: "qué pena preguntarle cuál es su
película favorita", naah, eso es de otra época: la respuesta la tendrás
en su perfil de FB y lo único que tendrás que hacer es llegar con una
gran sonrisa y entregarle el obsequio en cuestión mientras guiñas.
Seguro creerá que estás loco/a. ¿Quién no?
Estudiarás todos sus movimientos a través de las redes sociales
No basta con saberte de memoria la información que publicó hasta la
fecha en que lo conociste: es absolutamente necesario entrar cada día a
todos sus perfiles para saber qué está haciendo mientras no está
contigo. Siempre es útil saber quiénes son sus amigos..., y dicen que al
enemigo lo debes tener cerca, ¿no?; sí, hablamos de la persona con la
que sale abrazado como en 20 fotos y a quien odias (sin saber ni
siquiera quién es y que, ajá, puede que sea su hermano/a).
Aprenderás sobre sus gustos y darás testimonio de ello
Como tienes mucha información a la mano, debes empaparte de la misma.
No basta con saber que es fan de Radiohead, debes comprar/descargar
todos los discos que los ingleses han publicado y aprenderte de memoria
las canciones. En su momento, comprarás (en preventa) las entradas para
que vayan juntos al concierto. Obvio la cosa no para en cuestiones
musicales, tienes que ver todas sus películas favoritas, leerte los
libros, ver las series, y aprender más... para tener suficiente tema de
conversación, y de sobra. Y, de pronto, flash, hay un nuevo mundo frente
a ti. ¡Y todo gracias a stalkear!
Estarás presente diariamente a través de los chats (messenger, BB, WhatsApp)
¿Quieres que se entere de que existes y de que te importa, no? Bueno,
pues entonces es tu obligación hacérselo saber. ¿Cómo? Mandándole
mensajitos diarios. ¿Entendiste? D-i-a-r-i-o. Calma, basta con un
"hola", tampoco tienes que enviarle poemas enteros o links de YouTube
con dedicaciones musicales tipo Ricardo Montaner, ni que estuvieras
loco/a.
Te aparecerás en todas las fiestas/reuniones/conciertos en las que sabes que él/ella estará
Para esta hora ya eres amigo/a de sus cuates y resulta que lograste
que te aceptaran y que te invitaran todas las reuniones en las que
–¡seguro!– estará ella/él. Ponte guapérrimo, él/ella lo merece.
Invertirás todo tu dinero en la más alta tecnología espía
Prohibidísimo reparar en gastos.
Nada de cámaras fotográficas enormes que te harían pasar por un
"vulgar paparazzi", no. Aquí se trata de pasar inadvertido. ¿Has visto
esas diminutas cámaras de video insertadas en cuerpos de insectos
robots? Pues eso.
Honrarás a sus padres, hermanos, amigos... también stalkeándolos
No hay nada que te haga jalarte más las puntas de los pelos que no
saber nada de él, por eso este mandamiento es e-le-men-tal. Puede que él
haya decidido alejarse un poco de la red, o que su teléfono/computadora
haya tenido un accidente, pero no pasa nada: para eso están todos sus
seres queridos. Padres, hermanos, amigos, vecinos, compañeros de
trabajo, cualquier persona cercana sabrá en dónde anda, subirá fotos,
hablará sobre con quién podría estar saliendo, dirá si es el mejor hijo
del mundo, le enviará un chiste pasado de lanza y sabrás qué tanto
aguanta.
Crearás una identidad extra a la tuya
A estas alturas seguramente ya no querrá saber absolutamente nada de
ti (y tú estarás listo/a para el loquero). Por eso, lo que debes hacer
es armarte un perfil nuevo en el que –obvio– tienes que explotar todo lo
que ya sabes de él y, casualmente, él pensará que eres la mujer de su
vida. Otra cosa que debes hacer es conseguirte un buen doctor
psiquiatra.
Lucharás con los pensamientos impuros
Pues sí, pasó lo que nos temíamos: te bloqueó de su vida entera. Pero
¡aún no es suficiente!, en tu cabecita loca quieres seguir teniendo
información sobre la persona en cuestión, por eso te la juegas: su
correo electrónico (o cualquier otra red social, ¿por qué no?). Tienes
su dirección pero no su contraseña. Piensas y sacas conclusiones.
¡Bingo! Lo hiciste. Estás dentro. Y sí, también tienes tu reservación
VIP para el psiquiátrico.
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