miércoles, 25 de enero de 2017

Ser Gamer en los 80's

Cada época tiene su propia idiosincrasia, y así como los jugadores del presente sufren en sus carnes sobrecalentamientos de consolas, lags en multijugador, chetos y demás inconvenientes, los jugadores de los 80 no estuvimos exentos de problemas que aunque eran de diferente índole, en muchas ocasiones se convertían en toda una carrera de obstáculos para poder comenzar a jugar

Haciendo memoria seguro que os podeis identificar con alguno de estos problemas : 




- Captura la televisión 

Como fué mi caso y supongo que el de la mayoría de los jugadores, en la década de los 80 solo existía un televisor en cada casa, que además se encontraba situada en pleno salón. Ello provocaba que el jugador tuviera que buscar las horas permitidas del día para poder conectar el ordenador. Grandes madrugones nos hemos metido los jugadores de los 80 para tomar el salón y convertirlo en una sala de juego, también y según cada familia la hora de la merienda y en ocasiones la madrugada era otra zona horaria de juego posible. 

El montaje del ordenador también tenia su ceremonia, sacar el ordenador de la caja, enchufar los cables, mover la tele para enchufar la antena, cerrar la puerta del salón para no molestar a nadie y darle al botón de encendido para que comenzara la magia


- Compra el juego 

En aquella época, las fuentes de información de que disponíamos los jugadores eran muy escasas. En muchas ocasiones aparecían juegos en la estantería de las tiendas completamente desconocidos, pero ir a la tienda con un billete de 1000 pesetas y volver de vacío no era una opción para un gamer de los 80.  

Gracias a la bajada de pecios a las 875, el jugador se le permitió arriesgar mas en la compra y es que reconozcásmolo existía un conjunto de juegos que escogíamos 'a ojo de buen cubero'. Los puntos de referencia para seleccionar la presa venían principalmente del atractivo de la caratula y de la información de la contraportada; nuestras ganas e ilusiones completaban la falta de información objetiva.

En la mayoría de estas elecciones nos llevábamos a casa auténticos bodrios de juegos guiados por geniales carátulas y capturas del juego en versiones Amiga, aunque en ocasiones si el azar y la buena intuición estaban de nuestra parte conseguíamos descubrir alguna obra maestra, cosa que hacía crecer nuestro orgullo y nos permitiría exhibirnos antes nuestros compañeros de colegio. 

Como anécdota  recuerdo llegar al corte ingles de la época a la caza del juego desconocido, al observar a través del cristal de la vitrina mi mirada se dirigió hacia un juego completamente desconocido para mi y que me llamó mucho la atención por su caratula. 



Pedí al dependiente que lo sacara de la vitrina para echarle un vistazo, y el texto de la contraportada fue definitivo para que me lo llevara a casa, "camina a través de los Urales, recorre Rusia...". Imaginar que cara se me quedó cuando llegue a casa y cargué el juego, casi lloro al ver caer aquellas fichas por la pantalla, aunque a los pocos minutos ya estaba enganchado al sistema de juego que por supuesto no tenia nada que ver con la idea con la que salí de la tienda. 



- Carga el juego 

Este es un tema recurrente y bastante conocido por todos. No está de mas recordar los mensajes de los errores que se podían dar al final de una larga carga, era un riesgo que estábamos dispuestos a correr para tener un montón de horas de diversión.  

La rabia que nos producía el error de carga venia especialmente provocado por que como comentamos antes, el tiempo de juego era limitado por la situación estratégica de la tele en el salón, y es que a medida que se acercaba la hora de la comida o de la cena uno comenzaba a sentir en el cogote la presión de nuestra madre para recoger el ordenador e ir poniendo la mesa. 

Respecto a la carga de juegos existían algunos títulos que se resistían mas que otros, cada uno tendrá los suyos, en mi caso recuerdo que el GunFright era un habitual del checksum error, por ello mientras se cargaba este juego se paraba el tiempo en mi casa, tras darle play a la cinta me levantaba de la silla y me movía por el salón de casa en "slow motion" para no crear ninguna vibración que invitase al fatídico error de carga a aparecer en pantalla.



- A jugar

Una vez tomado el salón  llegaba el momento de tener que escoger entre los juegos de nuestra colección. Analizando con detenimiento mis hábitos de juego en aquella época, he llegado a la conclusión de que existieron tres grandes grupos de juegos en los que podía clasificar cada título. 

Aquí van los 3 grupos: 

- Los recién comprados: Si eran buenos juegos teníamos material disfrutarlos durante semanas y meses, pero aunque fueran auténticos bodrios injugables existía una obligación moral de jugarlos los días posteriores a la compra, porque al fin y al cabo te habías gastado tu dinero en ellos y además los habías elegido tu. A todo ello uníamos a la esperanza de que mejorasen en la segunda fase pero tal cosa nunca ocurría  Para dejar de jugar a ese juego tan malo que te habías comprado, la única solución posible era (cuando el dinero lo permitiera) comprar otro juego, lo que te habilitaba para relegar el bodrio al fondo del armario uniéndose al catálogo de los juegos a olvidar. Pufff que lista mas larga iría aquí... 

- Los juegos "es algo personal": Eran juegos donde por algún motivo no conseguía avanzar en ellos, de hecho no disfrutaba jugándolos, pero por algún extraño motivo no se iban al baúl de los juegos a olvidar. Surgía un vínculo personal contra ellos; un reto que nos obligaba a cargarlos una y otra vez; una lucha encarnizada del hombre contra la máquina. Cada uno tendra los suyos pero a mi se me atragantaron estos títulos, hmmm todavia les tengo ganas:  "La abadía del crimen", "La primera carga del Army moves", "Dam Buster".... 

- Los juegos buenos y/o divertidos: Pensándolo con detenimiento, tras los juegos "es algo personal" y los juegos "recientemente comprados" siempre acababa volviendo a los clásicos, que en definitiva eran los que me hacían disfrutar. Aquellos donde intentábas llegar mas lejos o conseguir mayor puntuación, que disfrutaba jugando a dobles con mi hermano. En resumen aquellos con los que me sentía recompensado jugando. En estos títulos habré empleado el 80 % del tiempo de juego y son esos que sacan me sacan una sonrisa recordando el pasado. En general en este grupo están los grandes juegos clásicos que todos conocemos y honramos, pero siempre había algún juego mediocre o incluso malo que por alguna extraña razón le teníamos cariño personal especial. Grandes, nunca os olvidaré: Penguin Adventure, Track & Field, GunFright, Emilio Butragueño (jugando contra mi hermano). 



- Y mucho mas...

Para no extenderme, recordar que existieron otras muchas dificultades de las que podríamos hablar largo y tendido: 

- Quitar el plastiquito del precinto que envolvía a las casetes era un duro trabajo, entre el ansia y lo bien sellado que venían se han producido grandes ataques de ansiedad entre la población por este motivo. Aunque este trauma crecio exponencialmente solo unos años después por los primeros cd's de música que venían "sin la tira abre fácil". Sencillamente eran imposibles de abrir con las manos. Seguro que todavía existe alguien que se ha quedado enganchado desde los 90 intentándolo. 

- Localizar la posición donde comenzaba el juego grabado entre el montón de juegos que teníamos grabados en la cinta BASF de 90 minutos tampoco era tarea baladí. 

- El arte de cambiar aquel juego terriblemente malo que te habías acabado de comprar en el Corte Ingles (o tienda similar) por otro título también tenía su estrategia. 


Y es que nadie dijo que fuese fácil ponerse a jugar en los 80!!!

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