sábado, 15 de octubre de 2011
10 motivos para odiar pokemon
Hamores míos, sabíais que este día iba a llegar. La famosa serie predilecta, esa por la cual corremos como pollos sin cabeza derechitos a comprarla cada vez que sale una de sus entregas, está aquí… pero no para ser querida y alabada, sino para que escupamos vilmente sobre ella.
Con todos ustedes: 10 motivos para odiar: Pokémon.
1-El diseño de los bichos deja bastante que desear. Vale que muchos tengan su coto, pero hay casos muy mamones como el del Growlithe o Liepard (por poner dos ejemplos). El primero no es más que un cruce entre un chucho y un tigre y el segundo es un gato con tatuajes, perdón, calcomanías de los chicles a lo largo de su cuerpo. Un poquito de originalidad, mierda. Aparte, otros diseños son grotesquísimos. Vamos, que me río cuando dicen que a su creador original se le ocurrieron tantos monigotes porque de pequeño le gustaban los bichos. Un simoooon pues.... Como muestra:
2-El protagonista es el tipico niño que solo puede tener cabida en un RPG de corte japonés. Veamos: "todavía casi no tengo pelos en los bajos pero me independizo porque soy lo verga y me recorro el mundo a pata. Y lo mejor es que no soy el único." SIMOOOON PUES.
3-Siempre tenemos un rival inicial. Por cojones, es inevitable. Para más sarra, siempre escogerá de entre los tres Pokémons iniciales aquel que gane al tuyo. FOLLADO.
4-El Team Rocket original tiene menos carisma que Carmen de Mairena. Sin que la serie de televisión de hace eones influya en este comentario (donde eran todavía más patéticos si cabe), su nivel de personajismo mal realizado alcanza cotas inesperadas. Presentaciones bochornosas, luchas sin demasiadas complicaciones y derrotas humillantes a manos de un chavalín. Venga ya. Después de Jessie y James, la cosa ha mejorado un poco, pero siguen arrastrando su nombre en determinados momentos.
5-Salvo en casos excepcionales, nunca presto demasiada atención al tema gráfico. Si un juego me gusta, me quedo bien contento, pero es un hecho sangrante que casi todos los Pokemon suelen presentar apartados gráficos que están excesivamente por debajo de las posibilidades de la consola de turno.
6- La trama siempre es un jodido calco. Estoy en mi puta casa-Escojo Pokémon inicial-Monto equipo a partir de ahí y lo evoluciono-Me recorro el mundo-Venzo a todos los jefazos de los gimnasios-Me follo a la liga de turno-Soy el puto amo. Anexo opcional: Conseguir a todos los monigotes. La primera vez, vale, la segunda, pasa, la tercera, cansa. Al fin y al cabo, todo se reduce a un “es más de lo mismo”. Muchachada, reconocedlo ¿Cuántas veces os han vendido el mismo cartucho con cuatro retoques y X cientos Pokémons nuevos? Nintendo no es tonta, sabe que la fórmula funciona de puta madre y que la gente va a seguir picando el anzuelo como el primer día. Y si hablamos de ejemplos como los remakes pintados con Paint de FireRed, mejor ni hablamos. Nos han Follado!
7-Hay combates cada cuatro pasos. Herencia de muchos JRPGs, en esta glorificada saga, cuando entramos en esos sprites que hacen las veces de césped o en cuevas, nos espera un tedioso camino lleno de peleas que, una vez leveleado nuestro grupo, supondrán un coñazo enorme al jugador. Al menos a los yerbajos a veces podemos rodearlos, o hay “descansos” entre parte y parte, pero lo de algunas cuevas y similares es para suicidarse.
8-En un (para Nintendo) glorioso movimiento comercial instaurado desde los inicios de la saga, te obligan a, o bien tener un amigo que haya capturado a todos los pokémon de la versión “hermana”, o bien a comprarte las dos entregas de la serie. Envase diferente, (casi la) misma estafa. Yo reconozco que caí en la primera entrega. Mi hermano tenía Pokémon Azúl y yo Pokémon Rojo. Nunca mais.
9-A ver, qué tenemos por aquí. Hmmm, estoy a mitad del juego y tengo ya monstrencos bastante decentes con los que… no puedo saltar una valla porque es demasiado alta. Este recurso, bajuno como pocos, es utilizado en infinidad de juegos (ábreme esa puerta, Resident Evil), y huelga decir que siempre queda como el culo de mal. Aparte, supongamos que tenemos un Pidgeot , un Charizard o un Braviary… ¿Para qué están los pobrecitos? ¿No podemos volar con ellos? ¿Por qué cojones podemos volar de ciudad en ciudad con los Pokemon voladores y no podemos saltar una valla? AY.
10-Hay algo de incoherencia en cuanto al descubrimiento de pokémons: durante trillones de años se encontraron 150 monigotes a lo largo y ancho de Kanto, pero, oh, sorpresa, en poquísimo tiempo han aparecido como 17 millones de animalitos nuevos. Al menos, recientemente se han dignado a volver al número original de 150, pero el hecho de añadir siempre al roster inicial los nuevos hallazgos hacía que algún que otro juego de la serie supusiera un soberano coñazo para el jugador a la hora de coleccionar compulsivamente cada personaje del juego.
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