Este vídeo da una vuelta de tuerca a todos esos clásicos combates que veíamos hace años en los 
Bioman.
 Y es que hay que ser japonés para plantear un combate de una manera tan
 genialmente absurda en la que se combinan cartas, instrumentos, armas y
 una langosta gigante. Si es que lo tiene todo.
La rolita es epica.