Solo por hoy. Realmente solo existe un eterno
presente. El pasado es solo un sueño y el futuro depende de tu presente. Lo que
somos ahora es el resultado de lo que fuimos antes. Lo que seremos en el
futuro, será el resultado de lo que somos ahora. Por tanto, debemos tratar de
mantener la mente en el presente, aquí y ahora, porque es lo verdaderamente
real. Imagina que vas por la calle, absorto en pensamientos sobre el pasado o
sobre el futuro y a tu paso aparece una gran bolsa llena de billetes de 500
dolares. Es la solución a tus problemas pero pasarás de largo porque no la
verás. Ni estas allí, ni estas aquí.
No me preocupo. Preocuparse implica sufrir por algo que aun no ha llegado o que ya ha pasado. Lo cual es absurdo y nos hace perder mucho tiempo. Todos hemos actuado mal en el pasado, nos hemos equivocado y hemos hecho daño a seres queridos. Pero está bien, eso formaba parte del aprendizaje y en aquel momento lo hicimos lo mejor que pudimos, siempre tendremos nuevas oportunidades para hacerlo mejor. No deberíamos ser tan duros con nosotros mismos. Preocuparse por el futuro es absurdo, porque el futuro está sucediendo ahora mismo, cada instante puede ser el último y por tanto, debemos apartar el miedo de nuestras vidas y seguir luchando, confiando y jugando con las cartas de la vida, aprendiendo a fluir con el ritmo del universo.
No me irrito. Los enfados y la irritación suelen tener origen en nuestras ganas de tenerlo todo y a todos bajo control. Cuando algo escapa a nuestro control, nos enfadamos. Y las ganas de tenerlo todo controlado, tienen su origen en el miedo. Como tenemos miedo, necesitamos controlarlo todo. Hay que aprender a relajarse y a confiar en los demás.
Con agradecimiento. Ser agradecido es una virtud. Si nos acostumbramos a sonreír y agradecer lo que recibimos, el universo se complace y nos entrega aun más cosas, pero si recibimos y no lo agradecemos, pronto dejaremos de recibir. Nosotros mismos lo experimentamos, cuando nos entregamos a alguien ofreciéndole lo mejor, pero esa persona no nos da ni las más míseras gracias, al final acabamos por no entregarnos con el mismo entusiasmo y simplemente, cumpliremos con lo reglamentariamente establecido y poco más. No solo agradecer a las personas todo lo que nos dan, sino también agradecer secretamente al Universo todo cuanto nos ha sido entregado, cada experiencia, cada nuevo día, cada batalla que nos enriquece, debemos agradecerla, incluso agradecer los malos momentos, pues gracias a ello hemos crecido y llegado a este momento.
Me trabajo intensamente. El trabajo personal de cada uno de nosotros es importante. Todos ocupamos un puesto crucial en la sociedad y el trabajo forma parte de la porción de energía que entregamos al mundo, para que funcione mejor. Debemos trabajar con alegría y tratar de hacerlo con el corazón, entregando lo mejor de nosotros mismos en ese trabajo para beneficio de todos. Pero este Principio va mucho más allá del trabajo laboral. Realmente aquí el Maestro Usui nos indica la necesidad de trabajarse intensamente por dentro, dedicar tiempo al estudio de las propias emociones y la mente, trabajarse a uno mismo intensamente para mejorar como persona y elevarse en las altas frecuencias de la Luz y el Amor, para así ser más feliz e irradiar esa felicidad en todas direcciones.
Soy amable y respetuoso. Ser amable es una de las más importantes cosas que podemos hacer para ayudar a mejorar el mundo. Un rostro amable y feliz va irradiando Luz por la calle, mientras que un rostro enfadado e irascible, crea mal ambiente a su alrededor. Los budistas dicen que hay que cultivar el hábito del contento, ellos siempre sonríen a pesar de las adversidades. Una palabra amable puede alegrarle el día a alguien, generando así mucha Luz, pero una palabra cruel puede hacer sentirse fatal a alguien y hacer que genere mucha energía negativa.
No me preocupo. Preocuparse implica sufrir por algo que aun no ha llegado o que ya ha pasado. Lo cual es absurdo y nos hace perder mucho tiempo. Todos hemos actuado mal en el pasado, nos hemos equivocado y hemos hecho daño a seres queridos. Pero está bien, eso formaba parte del aprendizaje y en aquel momento lo hicimos lo mejor que pudimos, siempre tendremos nuevas oportunidades para hacerlo mejor. No deberíamos ser tan duros con nosotros mismos. Preocuparse por el futuro es absurdo, porque el futuro está sucediendo ahora mismo, cada instante puede ser el último y por tanto, debemos apartar el miedo de nuestras vidas y seguir luchando, confiando y jugando con las cartas de la vida, aprendiendo a fluir con el ritmo del universo.
No me irrito. Los enfados y la irritación suelen tener origen en nuestras ganas de tenerlo todo y a todos bajo control. Cuando algo escapa a nuestro control, nos enfadamos. Y las ganas de tenerlo todo controlado, tienen su origen en el miedo. Como tenemos miedo, necesitamos controlarlo todo. Hay que aprender a relajarse y a confiar en los demás.
Con agradecimiento. Ser agradecido es una virtud. Si nos acostumbramos a sonreír y agradecer lo que recibimos, el universo se complace y nos entrega aun más cosas, pero si recibimos y no lo agradecemos, pronto dejaremos de recibir. Nosotros mismos lo experimentamos, cuando nos entregamos a alguien ofreciéndole lo mejor, pero esa persona no nos da ni las más míseras gracias, al final acabamos por no entregarnos con el mismo entusiasmo y simplemente, cumpliremos con lo reglamentariamente establecido y poco más. No solo agradecer a las personas todo lo que nos dan, sino también agradecer secretamente al Universo todo cuanto nos ha sido entregado, cada experiencia, cada nuevo día, cada batalla que nos enriquece, debemos agradecerla, incluso agradecer los malos momentos, pues gracias a ello hemos crecido y llegado a este momento.
Me trabajo intensamente. El trabajo personal de cada uno de nosotros es importante. Todos ocupamos un puesto crucial en la sociedad y el trabajo forma parte de la porción de energía que entregamos al mundo, para que funcione mejor. Debemos trabajar con alegría y tratar de hacerlo con el corazón, entregando lo mejor de nosotros mismos en ese trabajo para beneficio de todos. Pero este Principio va mucho más allá del trabajo laboral. Realmente aquí el Maestro Usui nos indica la necesidad de trabajarse intensamente por dentro, dedicar tiempo al estudio de las propias emociones y la mente, trabajarse a uno mismo intensamente para mejorar como persona y elevarse en las altas frecuencias de la Luz y el Amor, para así ser más feliz e irradiar esa felicidad en todas direcciones.
Soy amable y respetuoso. Ser amable es una de las más importantes cosas que podemos hacer para ayudar a mejorar el mundo. Un rostro amable y feliz va irradiando Luz por la calle, mientras que un rostro enfadado e irascible, crea mal ambiente a su alrededor. Los budistas dicen que hay que cultivar el hábito del contento, ellos siempre sonríen a pesar de las adversidades. Una palabra amable puede alegrarle el día a alguien, generando así mucha Luz, pero una palabra cruel puede hacer sentirse fatal a alguien y hacer que genere mucha energía negativa.