Especialmente para quienes disfrutamos (con singular emoción) de
acompañar a los pequeños en sus sesiones con las espectaculares
animaciones de Pixar, una de las responsables creativas del estudio,
Emma Coats, compiló una lista con 22 recomendaciones para producir buenas historias, ya sea para el cine, la publicidad o cualquier otro medio donde se tenga que contar algo.
Aunque
creo que la ficción no debe seguir recetas o prescripciones para no
caer en el oscurantismo de la falta de innovación, originalidad y
autenticidad, la lista nos permite ver un poco del engranaje que hace
funcionar esa gigantesca fábrica de sueños animados y apropiarnos de
recomendaciones que pueden ser muy útiles para los guionistas y
redactores en todas las áreas. Nada pierdes con echarle un vistazo.
1 – Un personaje debe llegar a ser admirable por su persistencia, más allá de si tiene éxito o no.
2 – Es necesario tener en mente aquello que te cautiva como si formaras parte del público, y no solamente pensar en aquello que resulta divertido hacer como escritor. Estas cosas pueden ser totalmente diferentes.
3 – Definir un tema es importante, pero solo llegarás a descubrir sobre lo que realmente habla tu historia, cuando llegues a su final. Entonces reescribe.
4 – Erase una vez un/una ___. Cada día, ___. Hasta que un día ___. Debido a esto, ___. Hasta que finalmente ___.
5
– Simplifica. Enfócate. Combina personajes. No te desvíes del camino
principal. Sentirás que pierdes material valioso, pero a cambio ganarás
libertad.
6 – ¿En qué son buenos tus personajes y qué les hace sentirse cómodos? Sitúalos en el extremo opuesto a esto. Desafíalos. ¿Cómo lo harían frente a estas situaciones?
7 – Crea el final antes de saber cómo será el nudo. De verdad. Los finales resultan complicados, entonces adelanta tu trabajo.
8 – Termina tu historia y consérvala, incluso si no es perfecta. Sigue adelante. Y hazlo mejor la próxima vez.
9 – Cuando te quedes en blanco, elabora una lista de lo que no sucederá en la trama. Muchas veces, de esta forma surgen las ideas para continuarla.
10
– Aparta las historias que te gustan. Lo que ves de bueno en ellas es
parte de ti. Es necesario que identifiques estas características antes
de usarlas.
11 – Ponerlas sobre papel te permite
empezar a identificar las fallas. Si las dejas en tu cabeza, cuando
aparezca la idea perfecta, nunca la compartirás con nadie.
12 –
Ignora lo primero que llegue a tu mente. Y lo segundo, tercero, cuarto,
quinto – prescinde de lo obvio. Sorpréndete a ti mismo.
13 – Dale opiniones a tus personajes. Pasivo/maleable pueden parecer buenos mientras escribes, pero es un veneno para el público.
14
– ¿Por qué debes contar esa historia? ¿Cuál es el combustible que la
impulsa, de qué se alimenta? Ese es el corazón de la historia.
15 -¿Si fueras tu personaje y estuvieras en la misma situación, cómo te sentirías? La honestidad otorga credibilidad a las situaciones increíbles.
16
– ¿Qué está en juego? Dales una razón para que se interesen en el
personaje. ¿Qué sucederá si fracasa? Pondera estas probabilidades contra
el éxito.
17 – Ningún material resulta inútil. Si no está
funcionando, déjalo a un lado y sigue de frente. Quizá te resulte de
utilidad más adelante.
18 – Debes saber la diferencia entre dar lo mejor de ti y ser quisquilloso. Las historias son para probarse, no para refinarse.
19 – Las coincidencias que ponen a los personajes en problemas son perfectas; las que los ponen fuera de ellos, son hacer trampa.
20
– Ejercicio: divide en trozos una película que no te gusta, y
reconstrúyela de forma que la conviertas en una buena producción, desde
tu punto de vista.
21 – Debes identificarte con las situaciones y
reacciones de tus personajes, y no escribirlas de una forma cualquiera.
¿Actuarias de la misma forma que ellos?
22 – ¿Qué resulta esencial
para tu historia? ¿Cuál es la forma más corta de contarla? Si tienes
una respuesta para estas preguntas, puedes empezar a construirla a
partir de aquí.
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